Chistes Cortos
Era un cocinero tan feo, pero tan feo, que hacía llorar a las cebollas.
¿Qué le dijo un plátano a una gelatina?
Todavia no me desnudo y ya estas temblando.
Va una pareja en su auto camino a casa de los padres de la esposa. Dicha casa se encuentra fuera de la ciudad, y por el camino pasa un grupo de vacas y la señora le pregunta a su esposo:
¿Son tus parientes?
El esposo la mira con seriedad y le contesta:
Sí, son mi suegro y mi suegra.
¿En qué se parecen los hombres a los calcetines?
En que sólo sirven para meter la pata.
Este es un niño que llega a su casa y la dice a la madre:
¡Mamá, mamá, en la escuela me dicen peludo!
Y dice la madre muy asustada:
¡Manolo, corre que el perro habla!
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