Atlantes
Dos atlantes están en la cárcel y uno le dice al otro:
Hoy nos fugaremos, si la pared es alta pasamos por abajo, y si es baja la saltamos.
Pasan 5 horas y el atlante vuelve diciendo:
¡No nos podemos fugar!
¿Por qué?, pregunta el otro.
Porque no hay pared.
Estaba un señor en su rancho y llega un atlante y le dice al ranchero: Si te digo cuántos borregos tienes en ese corral, ¿me regalas uno? Pues órale, le dice el ranchero.
Y el atlante le dice:
Son 28.
El ranchero se quedó asombrado y le dice:
Pues, te lo has ganado.
Cuando el atlante ya se está yendo, el ranchero le dice:
Oye, si te digo de dónde eres, ¿me devuelves el animal?
Está bien, le dice el atlante.
Eres de Atlantilandia, responde el ranchero.
El atlante queda muy asombrado y le dice:
¿Cómo supo?
Porque te estás llevando al perro.
Este era un atlante muy preocupado porque él quería mucho a Juanita, pero era tan tonto que no sabía cómo declararle su amor.
Un día se encontró un amigo que era poeta y le contó de su angustia, y su amigo le dijo: la próxima vez que la veas dile estas palabras:
"Eres como esa rosa baturra que yo adoro sin empacho".
Pasaron unas cuantas horas y el atlante iba repitiendo el verso para que no se le olvidara, pero una vez que estuvo frente a Juanita le dice muy lleno de inspiración y nerviosismo:
"Eres como la burra que se escapó de mi rancho".
¡Julio!, que causalidad, después de tanto tiempo, pero hay que ver lo que has cambiado.
Eh, debes haber empezado a hacer ejercicio, porque mira que has
adelgazado. Te ves fenomenal, si hasta parece que tienes más pelo, ¿Es postizo? Lo digo porque antes lo tenías rizado.
Y también has cambiado de sastre, obviamente; pero si era imposible verte con un traje, y ahora llevas una de esas corbatas que odiabas tanto. Y las arrugas, si tienes la piel que parece la de un niño, claro que a lo mejor es porque te has cortado la barba. Pero te queda muy bien, igual que los lentes de contacto, me alegro, porque las gafas aquellas no te favorecían, y además ahora tienes los ojos de color azul, dime picarón, ¿Se liga más así, eh?
Perdone, pero yo no me llamo Julio.
¿Qué? ¿También te has cambiado de nombre?
En la piscina municipal de Atlantilandia, ocurrían varios accidentes, uno tras otro, hasta que un día, el alcalde decidió hablar a la ciudad: Debido a los reiterados accidentes que han ocurrido en la piscina, mañana procederemos a llenarla con agua.
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