Había una vez...
Había una vez una pareja bailando en una fiesta, cuando de repente a la mujer se le escapa un peito. Muerta de vergüenza le dice al caballero: ¡Perdóneme gentil hombre, pero que esto quede entre nosotros!
Pero el hombre agitando las manos dijo:
¡NO, QUE CIRCULE, QUE CIRCULE!
Había una vez una ciudad tan seca, pero tan seca, que las vacas daban leche en polvo.
Había una mujer tan, tan gorda, que para darle el abrazo de año nuevo tenían que empezar desde septiembre.
Había una vez unas mujeres que siempre visitaban una casa en la que se encontraba una lora y la lora cantaba cuando ellas llegaban: era un bikini a lunares amarillos...
Al día siguiente vuelven las mujeres y canta la lora: azul es que este amor es azul como...
Dicen las mujeres hay esta lora siempre me averigua el color y la forma de mi ropa interior.
El día siguiente las mujeres decidieron ir sin ropa interior y la lora cantó: a mí me gusta andar de pelo suelto...
Un día un abuelito les estaba contando una de sus historias a sus nietos. Entonces, dice:
Cuando fui a cazar leones iba con unos amigos, y me dejaron solo en medio del bosque.
De repente se empezaron a mover unos arbustos, y de repente
GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR y ZAZ.
Los nietos espantadísimos preguntaron:
¿Qué? ¿qué pasó después?
Contesta el abuelito:
Me hice popo.
¿Cuando salieron los leones?
Y el abuelito responde:
No, ahorita que hice GRRRRRRRRRRRRRRRRR.
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